Quien manifiesta su valor en la osadia, perece.
Quien es valiente sin ser osado, sobrevive.
De estas dos maneras de actuar,
una es beneficiosa; y la otra perjudicial.
Pero cuando el cielo se muestra contrario,
quien puede conocer el motivo?
Por eso el sabio se abstiene
de juzgar e intervenir.
Asi, el camino del cielo consiste en
no luchar y, sin embargo, vencer;
no hablar y, sin embargo, saber responder;
no llamar y, sin embargo, hacer venir.
Ser lento y calmado y, sin embargo,
planificar con habilidad;
La red ignea del cielo es grande;
aunque sus mallas sean muy amplias,
no dejan de escapar nada.
Fuente: El Tao Te King.
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